viernes, 14 de noviembre de 2008

Capítulo 2

-¿Quien eres?- Preguntó Gabrielle con una cara de espanto.

El tablero apuntó la letra “L”, “A”, “L”…Hasta crear la frase “LA LUNA NEGRA”. Todos se miraron con terror, pero aún así, callados, siguieron con las preguntas.

-¿Qué eres?- Preguntó Keith.

El tablero esta vez apuntó un dibujito de demonio que tenía grabado el tablero.

-Me imagino que significa que es un demonio, ¿no es cierto?-Preguntaba totalmente atemorizada Gabrielle.
-E-e-eso c-creo.- Tartamudeó Charlotte

Quedó un silencio impregnado en todo el salón. Nadie se atrevía a hablar.

-¿Eres acaso un demonio?- Preguntó Keith nuevamente.-

El tablero apuntó a un brusco “SÍ”. Momento en el cual algo tocó la puerta.

Estaban todos tan aterrados que no se atrevían a abrir. Luego sonaron las ventanas, después las paredes y por último el suelo.

Una pícara orden de Charlotte rompió el silencio.

-Muéstrate.-

El silencio atrapó el aire de la sala al igual que a las voces de los niños. Ninguno se atrevía a hablar y presentían que algo pasaba al final de la sala. En la esquina de la izquierda, la más oscura y silenciosa, aparecieron dos pequeños destellos grises. Gabrielle tomó de la mano a keith mientras todos sacaban su dedo de la copa. Los destellos se hacían cada vez más cercanos y parecían acercarse lentamente.

De la oscuridad apareció una jovencita de una piel blanquísima. Las velas pudieron iluminarla totalmente y se pudo ver un cabello largo, color negro azabache. Unos ojos grises parecidos a perlas iluminaban su cara angelical. Un vestido gris oscuro no dejaba ver sus pies. Algo parecido a alas rotas (no se veían más que huesos; al parecer roídos) salían de su espalda.

Una mano como de seda de aquella criatura se posó sobre el hombro de Charlotte, y les advirtió:

-No tengan miedo de mí, Ténganle miedo a su futuro…-

-¿Quién eres tú?- Preguntó temeroso Keith. Las demás chicas no se atrevían a hablar porque el
miedo las devoraba por dentro.

-Soy un demonio…O un ángel…Como sea que quieran llamarme.-

-¿Qué haces tú acá?-. Preguntó Charlotte.

-Ustedes me llamaron…-. Respondió. Luego de eso, soltó a Charlotte y prosiguió a pararse donde todos pudieran verla.

-Vamos, Dinos tu nombre.- Exigió Keith.

-Nombre no tengo… Esencia tampoco… Pero me conocen por “Luna Negra”-.

-¿Y eso por qué?- Preguntó Charlotte algo más confiada. Gabrielle aún no podía hablar.

-La historia es larga… No quieren escucharla-.

-¡Vamos!, puedes confiar en nosotros…-. Exigió Charlotte.

-Si quieren oírla…-.

-¡Sí!, Cuéntala…-. Decía con ganas Charlotte, que había tomado una increíble confianza.


CONTINUARÁ.

1 comentario:

Triste Zorrito Blanco dijo...

ohhh (se oye a coro) me has dejado sin palabras amiga. Muy bueno, muy bueno.