sábado, 15 de noviembre de 2008

Capítulo 5

-Te veías muy divertida mientras tratabas de ponerte en pié-. Decía Luna negra entre pequeñas risitas.

-Ya no te sigas riendo…que me siento muy rara.- Respondía Charlotte bastante molesta.

-Es porque ahora eres una loba…-

-¿¡QUÉE!?-. Exclamaba Charlotte.

-Así es… al decirme que querías ayudarme mandé a mis guardianes, los que me había dado Gran Luna Negra para que me cuidaran mientras no tenía alas…-

-¿Quién es “Gran Luna Negra”?...-. Interrumpió Charlotte.

-Eso no te incumbe-. Respondió con desprecio.-Y ahora déjame seguir-.

-Está bien, sigue.-

-A ti te mordió el lobo, y desde se momento entraste en trance, porque, tu alma estaba cambiando. Ahora, eres un lobo demonio de la luna negra, o, en otras palabras, tu alma me pertenece. Te diré por que: Ese lobo el mismo que te mordió, al ser el regalo de mi superiora, es un lobo demonio, que al morder puede contagiar a cualquier animal-.

-¿Lo mismo pasó con el cuervo y el gato, no es así?-.

-Así es. Ahora todos tus amigos son animales demonio de la luna negra…-

-¿y por qué son gatos, lobos y cuervos?-.

-Bueno, ¿no has escuchado el mito del gato negro que trae mala suerte?, o con l lobo por ejemplo,
en algunas culturas, el lobo negro era un mensajero del infierno. El cuervo, en cambio, es el que devoraba campos enteros de cultivos, por lo que obtuvo ella reputación de un ave que no quiere que los humanos vivan…-

-Entiendo… ¿pero de qué manera te ayudaremos entonces?-

-Ah si, se me olvidaba mencionarlo… Verás, ustedes al ser animales demonio de la luna negra, pueden contagiar a distintas personas, al igual que yo lo hice con ustedes. De esta manera, mientras más infectados hayan, más grande será el grupo-.

-¿Eso quiere decir que, como yo soy un lobo, infectaré a otras personas para que sean lobos, y así sucesivamente?-.

-Exacto, pero hay que tomar en cuenta que, según las fases de la luna, es el grado de poder que le puedes dar a un infectado… Pero según cual, debes descubrirlo tú misma-.

-¿Y para qué te servirá que hagamos esos grupos?-.

-Esos grupos, prefiero que los llames clanes. Clan de lobos, Clan de cuervos y Clan de gatos. Y, esos grupos me ayudarán de la manera en que, no creo haber contado antes, pueda vengar a los demonios-.

-¿Eso quiere decir que nos harás pelear con demonios?-.

-Exacto. Para eso, prefiero elegir al mejor clan. Lástima que deba hacer una lucha entre todos ustedes…-.Decía cruelmente.-Oh…yo mejor me voy…debo explicarles lo demás a Keith y a Gabrielle. Adiós-.

Luna Negra se paró en el zócalo de la ventana y miró a Charlotte con sus grises ojos. Dio la vuelta y saltó hacia la noche hasta que se perdió de vista.

Pero Charlotte aún seguía algo confundida, y, de apoco, volvía a su forma normal. Ya al ser humana complétame, cerró los ojos y se durmió rápido.


CONTINUARÁ

Capítulo 4

-Oh…Que historia más triste y melancólica…-. Dijo Gabrielle, que recién se había atrevido a hablar.

-La vida más sufrida que he conocido…-. Dijo Keith con un aire algo penoso.

-¿No podemos hacer algo para ayudarte a volver al cielo?-. Preguntó Charlotte con un tono de esperanza muy bajo.

-Claro que pueden. Pero, ¿están seguros de querer ayudarme?-.

Todos asintieron con una expresión de lástima en sus caras. La historia de la vida de la Luna negra había sido una historia de sufrimiento continuo.

-Bien, ustedes lo quisieron. No se preocupen, No les va a doler…-

De pronto, detrás de cada chico apareció un animal. Detrás de Gabrielle apareció un gato, detrás de Keith, un cuervo, y, detrás de Charlotte, apareció un lobo. Todos aquellos animales eran totalmente negros. Negros de pies a cabeza, de negros pensamientos, casi parecían sombras. De no ser por sus ojos de vivos colores, como rojos, anaranjados, amarillos o azules, No parecerían animales existentes.

Los chicos se miraron extrañados cuando los animales empezaron a rodearlos cada vez más.
Con un súbito viraje, el lobo saltó y atacó a Charlotte, El cuervo atacó a Keith y el gato a Gabrielle.

Antes de poder sentir los dientes de aquel rabioso lobo, Charlotte apareció recostada en su cama, Todo había parecido ser un sueño, un muy mal sueño. La ouija no estaba, Tampoco las velas, ni sus amigos… Se sentó en su cama, muerta de miedo, y se dio cuenta de que todo había sido una pesadilla (o por lo menos eso pensó…).

-Oh… que horrible sueño… No pudo creer como pude aceptar prestarle ayuda a esa cosa….-

-¿Me has dicho cosa?...- Respondió una voz que venía de su ventanal del segundo piso.

Charlotte vivía en una casa de dos pisos, y, ella dormía en el segundo. En su habitación había un gran ventanal el cual le daba una salida al techo de la casa. Varias veces se había escapado por allí para ver a sus amigos, o, simplemente para caminar un poco.

-Respóndeme. ¿Me has dicho cosa?-. Exigían la respuesta. Charlotte no hablaba por temor a que le pasara algo.

-¡TE HE DICHO QUE RESPONDAS!-. Gritó.

-¡Sí!...Discúlpame por favor…-. Respondía Charlotte rogando misericordia.

-Eso ya no importa… Creo que me recuerdas, ¿no?-

-Yo, no recuerdo haberte visto…o escuchado por lo menos…-

-Soy aquella “cosa” que viste en tu escuela…-

-No, eso fue un sueño.-

-No fue un sueño. Adelante, date la vuelta.-

Charlotte se dio la vuelta y vio detrás de ella a la misma chica de una palidez lunar, de cabellos negros, de vestido gris, de alas, o mejor dicho, huesos roídos… La expresión de Charlotte fue de espanto. Sus ojos se abrieron en una mueca de terror indiscutible. Estuvo apunto de gritar, pero sus gritos no salían de su garganta.

-Te dije que no había vuelta atrás.- Respondía Luna Negra.-Vamos, tu dijiste que querías ayudarme…-

-Si pero…-

-Nada de “peros”, me ofreciste tu ayuda… Y ahora te mostraré que eso también te ayudará a ti.-

-Pero, ¿¡Cómo!?-.

-Así…- Dijo Luna Negra mientras se abalanzaba sobre ella.

-¡SUELTAME!-. Ordenaba Charlotte.

-Vamos… ¿no tienes miedo?... Borra el miedo de tu mente y reemplázalo por furia…-

-¡DÉJAME EN PAZ!-.

-Has lo que te digo… te prometo que funcionará…- Decía Luna Negra con un aire de superioridad, mientras levantaba una mano en forma de arañarla. Sus uñas no eran lo que deberían, ya que, eran tan largas que parecían garras.

Charlotte trató de hacer lo que le ordenaban. Cosa que no le costó mucho pues, en unos minutos le empezó a salir pelo negro por todo el cuerpo, su boca se transformaba lentamente en un hocico canino y le salían bigotes. Sus ojos cambiaron de forma: ahora eran penetrantes, vidriosos y habían cambiado su color: el derecho era azul, y el izquierdo amarillo. Le salió una cola, sus manos y pies cambiaron por patas, Su cuerpo cambió totalmente hasta convertirse en el mismo lobo que la había mordido…Luna Negra la soltó y vio admirada el nuevo cuerpo de Charlotte, mientras esta se acostumbraba a su nueva apariencia.

Tras pasitos cortos pero fuertes Charlotte trataba de equilibrarse con sus cuatro patas. Tenía un peso extra que no podía controlar: su cola.

Luna Negra rió sin sentimientos crueles. Y paró cuando Charlotte se había acostumbrado a su cuerpo.


CONTINUARÁ

viernes, 14 de noviembre de 2008

Capítulo 3

-Mi historia es algo triste y trágica. Todo comenzó hace mucho, cuando aún era un ángel. En ese día cometí un gran error: contactar con demonios.

Ellos me llevaron al inframundo y, desde ese horrible lugar lleno de sufrimiento, alaridos de muertos y desesperanza, me comunicaron que ya no era parte del cielo, y que mi puesto había sido ocupado por un ángel más joven.

Ese día lloré y lloré como nunca. Nunca más vería a mis amigos ni a los otros ángeles. Me sentía desprotegida, así como un pájaro sin nido, como una canción sin notas, como un lobo sin jauría, como una lagrima sin dueño… Pero supuse que El Grande tendría Misericordia de mí, y traté de escapar del infierno.

Escapar de él no fue fácil: Debí atravesar barreras de tristeza, de fuego, de soledad… Los demonios de bajo estatus no me ayudaban en nada: Se burlaban de mí en la cara, Me arrancaban las plumas de las alas, me escupían, me maldecían...

De apoco mis poderes y habilidades de curar se fueron desvaneciendo. Fueron reemplazadas por la necromancia y por la magia negra. Mi cabello blanco se volvió negro azabache, mis alas, negras también.

Recuerdo que una vez que logré salir del infierno, aparecí en unos suburbios de ciudad… Un callejón oscuro y maloliente, lleno de desperdicios y basura por todas partes… Me sentí perdida, y, podía sentir con dolor las heridas de mis alas que ya no me servían para volar. Me senté entre medio de toda esa basura, y, escuché chillidos. Finos y agudos chillidos que me retumbaban los oídos. De entre medio de la basura salieron un montón de ratas, miles de seres rastreros que se acercaron rápidamente a mí y se dirigieron a mis heridas alas. Allí las devoraron, y, aunque traté, no pude sacármelas de encima. Eran tantas y tan fuertes con esos pequeños y afilados dientes, que me dejaron sin plumas y alas. Con todos los huesos al aire rompí en llanto mientras las ratas se alejaban entre los escombros para buscar que más comer.

Más adolorida y desamparada que nunca, me acurruqué entre los escombros y esperé un rayo de sol que me llegara. Pero nada. Al parecer se había vuelto noche y no veía la luna.

Traté de acercarme al techado de una casa, para tratar de encontrar la luna, vi un gato negro. Este se escapó saltando y traté de seguirlo. Lo perdí de vista y luego vi un lobo negro en la calle, También lo seguí, pero se “desvaneció”, al igual que el gato. Pasó lo mismo con un cuervo que vi en el alumbrado público.

No sé que pasaba con todos ellos, pero, de una u otra manera pude ver la luna. Pero estaba extraña: La luna era color negro azabache.

Aparecieron en todas direcciones, rodeándome, un lobo negro, un gato negro y un cuervo. Todos ellos me miraron amenazantes…

De pronto se me abalanzaron sobre mí, produciéndome gran dolor. El lobo me mordió, el cuervo me picoteó y el gato me arañó. En cada herida apareció una coloración negrusca que se volvió negro azabache con el tiempo.

Desde ese momento he tenido nuevos poderes como el mayor control de la magia negra y el manejo de las fases de la luna.

Ahora mi mayor deseo es volver al cielo, pero, necesitaría ayuda…La mayor posible.-


CONTINUARÁ.

Capítulo 2

-¿Quien eres?- Preguntó Gabrielle con una cara de espanto.

El tablero apuntó la letra “L”, “A”, “L”…Hasta crear la frase “LA LUNA NEGRA”. Todos se miraron con terror, pero aún así, callados, siguieron con las preguntas.

-¿Qué eres?- Preguntó Keith.

El tablero esta vez apuntó un dibujito de demonio que tenía grabado el tablero.

-Me imagino que significa que es un demonio, ¿no es cierto?-Preguntaba totalmente atemorizada Gabrielle.
-E-e-eso c-creo.- Tartamudeó Charlotte

Quedó un silencio impregnado en todo el salón. Nadie se atrevía a hablar.

-¿Eres acaso un demonio?- Preguntó Keith nuevamente.-

El tablero apuntó a un brusco “SÍ”. Momento en el cual algo tocó la puerta.

Estaban todos tan aterrados que no se atrevían a abrir. Luego sonaron las ventanas, después las paredes y por último el suelo.

Una pícara orden de Charlotte rompió el silencio.

-Muéstrate.-

El silencio atrapó el aire de la sala al igual que a las voces de los niños. Ninguno se atrevía a hablar y presentían que algo pasaba al final de la sala. En la esquina de la izquierda, la más oscura y silenciosa, aparecieron dos pequeños destellos grises. Gabrielle tomó de la mano a keith mientras todos sacaban su dedo de la copa. Los destellos se hacían cada vez más cercanos y parecían acercarse lentamente.

De la oscuridad apareció una jovencita de una piel blanquísima. Las velas pudieron iluminarla totalmente y se pudo ver un cabello largo, color negro azabache. Unos ojos grises parecidos a perlas iluminaban su cara angelical. Un vestido gris oscuro no dejaba ver sus pies. Algo parecido a alas rotas (no se veían más que huesos; al parecer roídos) salían de su espalda.

Una mano como de seda de aquella criatura se posó sobre el hombro de Charlotte, y les advirtió:

-No tengan miedo de mí, Ténganle miedo a su futuro…-

-¿Quién eres tú?- Preguntó temeroso Keith. Las demás chicas no se atrevían a hablar porque el
miedo las devoraba por dentro.

-Soy un demonio…O un ángel…Como sea que quieran llamarme.-

-¿Qué haces tú acá?-. Preguntó Charlotte.

-Ustedes me llamaron…-. Respondió. Luego de eso, soltó a Charlotte y prosiguió a pararse donde todos pudieran verla.

-Vamos, Dinos tu nombre.- Exigió Keith.

-Nombre no tengo… Esencia tampoco… Pero me conocen por “Luna Negra”-.

-¿Y eso por qué?- Preguntó Charlotte algo más confiada. Gabrielle aún no podía hablar.

-La historia es larga… No quieren escucharla-.

-¡Vamos!, puedes confiar en nosotros…-. Exigió Charlotte.

-Si quieren oírla…-.

-¡Sí!, Cuéntala…-. Decía con ganas Charlotte, que había tomado una increíble confianza.


CONTINUARÁ.

Capítulo 1

-¿Ya tienes la Ouija, Charlotte?- Preguntaba una voz masculina de entre la oscuridad.

-Acá está. Justo a tiempo.- Susurraba una persona que se acercaba lentamente. –Me imagino que sabrán utilizarla, ¿no?-

Se escuchó un remoto silencio el cual solo era roto por ladridos de perros que venían de afuera.

-Pues entonces prendan las luces.- Dijo la misma voz con un aire de pereza.
Después de un “CLIK” del interruptor, la sala se fue iluminando de apoco. Los focos de la luz se encendían lentamente, apagándose y prendiéndose algo rápido, hasta que se quedaron quietos y
la luz iluminó todo el lugar.

Era una sala de clase muy normal: Con pupitres, sillas, un pizarrón blanco, un reloj en la parte de adelante justo encima del pizarrón, un diario mural con eventos, fotos, un mapa, un calendario y
uno que otro dibujo bien realizado.

El escritorio del profesor estaba solemne con su silla de madera color cereza (al igual que el mismo escritorio). Y, un lapicero con unos lápices perdidos por los alumnos reposaba en una esquina, al igual que una florcilla color amarilla.

Las ventanas, al lado derecho. La puerta, al lado izquierdo. Ventanales grandes por los cuales se asomaban tímidas estrellas que anunciaban que era ya de noche hace bastante rato. Extrañamente, no había luna en ese entonces.

Tres niños de aproximadamente 15 años estaban sentados en el suelo. Una de ellas, Charlotte, la que tenía el pelo color rubio oscuro, debajo de los hombros y ondulado; ojos color castaños, y parecía ser alta, Sostenía una tablero de la Ouija. Los otros chicos, Gabrielle, La chica morena con ojos café, un poquito gordita (aunque no se le notaba, ya que, el ser bastante bella la favorecía) y Keith, el otro chico, relativamente alto para su edad, con el cabello marrón oscuro y los ojos castaño clarito, la miraban algo apesumbrados.

-Verán, vengan todos al escritorio del profesor-. Dijo ella, al mismo tiempo, que los dirigía en cabecera al escritorio del profesor. Sacó unas velas negras, un encendedor y una copa de cristal, y, posicionó el tablero al medio.-Miren, pongámonos todos alrededor de esta mesa, en círculo.-Decía mientras todos se posicionaban en círculo alrededor de la mesa y seguían sus órdenes.- Ahora, pongan todos el dedo índice de la mano derecha en la copa.-Dijo después de posicionar al reverso el vaso al centro del tablero. Después de eso encendió las velas y las colocó en el escritorio, de manera que no estorbaran. Apagó las luces del salón y trató de guiarse hasta el tablero.

-Ahora trataré de “invocar” al espíritu que esté más cerca. Para eso es mejor que todos nos concentremos y nos relajemos un poco.- Explicó Charlotte.-Después de eso haremos las preguntas para saber si este espíritu tiene idea de las calificaciones de Mate.-
Luego de unos minutos de silencio, Charlotte preguntó:

-¿Hay alguien allí?-

Pasó alrededor de un minuto, cuando todos quisieron abandonar aquel proyecto y decidieron marcharse. Sacaron el dedo de la copa y justo cuando la iban a guardar primero que todas las demás cosas, esta se movió a un “SÍ” dibujado en el tablero.

Las caras de los tres niños eran de terror, sin embargo, esa falsa valentía que les da la juventud, los obligó a seguir adelante, posicionando el dedo y empezando a hacer preguntas.


CONTINUARÁ.

Bienvenidos

¡Hola queridos lectores :) !

Mi nombre es Macarena, o, mejor decidme "Evenwolfye"; y, este es el blog en donde publicaré una novela cien por ciento original. Todos los personajes, Historia, Trama, Etcétera, me pertenecen.

La historia se trata de tres dos chicas y un varón decidieron realizar la "Ouija" en una casa en la cual deambulaban espíritus, Lástima que ellos no lo sabían.

Advierto que la historia será MUY violenta. Si son nte muy sencible queda bajo su rsponsabilidad leerla :(

Espero verlos a todos ustedes por acá pronto leyendo la novela :)

Los Saluda
EVENWOLFYE